Las peores previsiones parece que comienzan a cumplirse y hoy en la sesión de calificación del GP de Malasia se ha confirmado que el Renault R29 no está, ni mucho menos, a la altura que esperaba ni Alonso ni su equipo. El piloto asturiano se ha colado in extremis en la Q3 y gracias...
Una vez más, las manos del asturiano han valido para superar por unas milésimas a Heidfeld en la Q2 y poder estar entre los diez mejores, pero nada más. "Yo no estoy al cien por cien, pero el coche tampoco. Esperaba un coche mejor", reconocía Alonso nada más terminar.
Y es que aunque desde Renault se ponía la excusa de que las características del Albert Park de Melbourne no eran las más favorables, y que en Sepang se vería el auténtico potencial del coche, la realidad solo es una, y actualmente por delante de Renault hay, como mínimo, cinco equipos: Brawn, Toyota, Red Bull, BMW y Ferrari. Y no nos olvidemos del Williams de Rosberg...
En esas circunstancias es muy difícil luchar por estar delante, y eso es lo que le ha pasado a Fernando Alonso en la Q3, donde sólo ha hecho un intento. "No teníamos más neumáticos blandos para continuar y decidimos quedarnos en el box".
Por primera vez esta temporada se ha visto a un Alonso resignado y consciente de que, a pesar de las expectativas que se habían levantado, le va a tocar sufrir, por lo menos, durante la primera parte de la temporada. "ha sido una pena porque pensábamos ir mejor en este circuito. Soñábamos estar entre la sexta o séptima posición, y al final para estar entre los diez primeros hemos tenido que ir con la lengua fuera. Ha sido una mala noticia, por lo que tenemos que mejorar".
Para mañana, pues más de lo mismo. Aunque no lo ha dicho, quizás lo mejor para sus opciones de conseguir algo importante sería que lloviese. En todo caso, Alonso se ciñe al objetivo de siempre: "Espero hacer una buena salida y a partir de ahí superar a algunos pilotos e intentar terminar en los puntos".