Cuando se sale tran atrás, cuando se sabe que tu coche no es lo suficientemente rápido y cuando sabes que tus rivales son superiores lo mejor que se puedes hacer es intentar no cometer errores y esperar que los demás cometan su parte de errores. Y eso, en parte, es el trabajo que ha hecho Fernando Alonso para lograr el séptimo puesto en el Gran Premio de Mónaco. Kovalainen y Vettel fallaban y el asturiano podía recolectar un par de puntos.
Por mucho que Antonio Lobato tratara de poner un poco de picante en la lucha de las últimas vueltas con NIco Rosberg. La historia de Montméló no se iba a repetir. Esta vez su rival por delante no iba a tener problemas y se tenía que conformar con una posición que tampoco sabe a mucho pero que para como están marchando las cosas se podría calificar hasta de magnífica.
Quizás la mejor forma de definirlo sean estas palabras de Pedro Martínez de la Rosa justo después de terminar la carrera:
Un resultado pobre para tanto trabajo
El asturiano en las declaraciones posteriores afirmaba que a pesar del gran trabajo los de delante estaban demasiado lejos y califica la carrera de monótona. Un mal fin de semana para Renault a la espera de las mejoras que los galos presenten en Turquía.