No pudo ser. Una vez más las limitaciones del Renault R29 han relegado a Fernando Alonso a la cuarta fila de la parrilla del GP de España, desde donde el asturiano no podrá aspirar a mucho más que a sumar algún punto. Lo que algunos intuíamos ayer tras la segunda sesión de libres ha quedado en un espejismo.
El R29 sigue estando lejos de los Brawn, los Red Bull, los Toyota y, por lo menos este fin de semana, del Ferrari F60. Esos han sido los coches que han luchado por la pole y los que mañana tomarán la salida por delante de Alonso, “lo que significa que tenemos pocas posibilidades, es una mala posición”, reconocía Alonso.
Aunque muchos esperábamos que con las mejoras del coche y el apoyo desde las gradas de Montmeló, Alonso pudiera ofrecer algo más, lo cierto es que esta vez no ha habido milagro, ni tampoco una estrategia agresiva con poca carga de combustible. “No ha sido una sorpresa el terminar en la octava posición. En la Q3 entramos por los pelos. Hemos sido octavos al final, pero por detrás de los siete coches que han optado por ir ligeros como nosotros…”
Y a no ser que mañana se vea una carrera loca en Montmeló, algo muy poco habitual en un circuito en el que el que logra la pole tiene prácticamente asegurada la victoria, las opciones de Alonso se reducen a luchar por entrar en los puntos. “Terminar octavo sería incluso bueno, viendo cómo está la clasificación”.
Adelantar en el Circuit de Catalunya está muy caro, pero aún así, una buena salida y una estrategia adecuada podría valerle al español para ganar alguna posición…pero poco más.
