La imagen que aparece en portada ilustra lo que ha sido la carrera para Fernando Alonso. El asturiano está noche soñará a buen seguro con la trasera del BMW Sauber de Nick Heidfield. Aunque tampoco podemos echarle toda la culpa al alemán. La mala salida de Alonso también ha servido para lastrar toda la carrera.
La posterior lucha con el muro Heidfield también permitía que Giancarlo Fisichella les adelantara. Uno y otro dejaban el camino libre para el italiano. Al menos gracias a esta lucha y al contrario que en Turquía, en esta ocasión hemos podido ver a Alonso en pantalla más a menudo.
A partir de ahí cualquier opción a punto era una quimera. Tras el primer paso por boxes, Alonso se situaba en décimo séptima posición. Rodar tan atrás no es algo a lo que está muy acostumbrado. Pero hoy por hoy es lo que hay. Esto es lo de las famosas lentejas. A partir de ahí esperar a que los pilotos que iban a una parada pasaran por boxes.
En el último cuarto de la carrera, Fernando Alonso se volvía a encontrar con su pesadilla del día, otro BMW Sauber. Esta vez era Robert Kubica quien estaba por delante. Pero mejorar una décimocuarta posición poco importa.
En las declaraciones posteriores a la carrera, el asturiano definía a la carrera como divertida. Divertida por sus luchas con Heidfield y Sutil, y aprovecha para recordar que en Silverstone, adelantar es cuestión imposible. También aclara que el equipo tiene que mejorar en las salidas que últimamente están lastrando las carreras. Por último, indica que la décimocuarta posición final no indica la verdadera posición de Renault, situando esta entre la séptima y octava.