Mientras Lewis Hamilton celebra su podio en Melbourne pasando unos días de vacaciones en Tailandia junto a su amigo y también debutante este año en el Mundial de F1 Adrian Sutil, Fernando Alonso está trabajando a destajo en la fábrica de Woking para intentar mejorar el rendimiento del MP4-22.
El asturiano ha sido de los pocos pilotos que ha regresado a Europa tras el GP de Australia, ya que la mayoría de sus colegas se han quedado relajándose en alguna de las paradisiacas playas del sudeste asiático a la espera de los test programados para la próxima semana en Sepang. Sin embargo, Alonso no estará en esos entrenamientos, ya que ha preferido trabajar duro en el simulador de Woking y dejar esos test en manos de Hamilton y De la Rosa.
El bicampeón mundial está encantado con el simulador de McLaren, considerado el más moderno y sofisticado de la F1, y del que recientemente aseguraba que "en comparación con el de McLaren, el simulador de Renault es como una PlayStation".
Los responsables de McLaren Mercedes quieren reducir cuanto antes la desventaja que tienen con Ferrari y tienen previstas una serie de actualizaciones en el coche para el GP de Malasia. Sin embargo, existen dudas de que esos cambios estén listos para el test de la próxima semana, razón por la cual Alonso ha optado por probarlas directamente en el simulador.
Fernando Alonso siempre ha sido valorado por los ingenieros de todos los equipos por los que ha pasado no sólo por su velocidad sobre la pista, sino por su implicación en el apartado técnico del coche y su desarrollo, precisamente una cualidad de la que al parecer no pueden presumir, entre otros, Kimi Raikkonen. Veremos si este trabajo extra de Alonso puede traducirse ya en una victoria en la próxima carrera del Mundial, el GP de Malasia, el próximo 8 de abril.
Vía | Diario As