Faltaban casi trece minutos para el final de la Q2. Normalmente, durante los primeros momentos de la ronda de clasificación los pilotos se toman con tranquilidad salir del box, ver cómo están las condiciones de la pista y dar un par de vueltas cronometradas. Lo que nadie espera en clasificación es acabar colisionando con otro coche, simplemente porque ésta no supone una pugna por posiciones, sino con el cronómetro.
Daniil Kvyat acababa de salir del box en busca de conseguir un tiempo que le metiera en Q3, lo que habría sido el colofón al que está siendo un buen debut del ruso. En su camino, Daniil se encontró a Alonso y quiso superarle por el interior de una curva, pero un brusco movimiento del español hacia el mismo sitio hizo que ambos se encontraran en el mismo camino. ¿Culpa? Difícil saber de quién es con las complicadas condiciones de visibilidad que había en la pista en ese momento. Simplemente Alonso no vio a Kvyat y Kvyat no esperaba el brusco cambio de dirección del español. El incidente fue investigado, pero la FIA no sancionó a nadie.
Pero el gran problema no fue encontrar el culpable del infortunio, sino lo que provocó éste. Al Toro Rosso solo se le rompió uno de los laterales del morro delantero, por lo que con un cambio de morro estaba todo solucionado, pero Alonso vio como un brazo de la suspensión delantera del F14T se rompía, lo que normalmente supone un abandono... Pero la duración de varios minutos de la bandera roja provocada por ellos mismos y el excelente trabajo de los mecánicos de Ferrari hizo que Fernando pudiera salir a pista con bastante tiempo para marcar un buen tiempo que les catapultara a la Q3.
Una vez acabada la clasificación Alonso confesó que no había visto a Kvyat, pero que tampoco habría esperado que un coche en su vuelta de salida del box fuese a adelantar con tal agresividad. Daniil, por otra parte, dijo que era normal que Fernando no le hubiera visto debido a las condiciones.