Cuando parecía que Felipe Massa podía haber cambiado realmente. Cuando parecía que podíamos estar ante el Massa más fuerte de los últimos años. Cuando había conseguido por fin ponerse al frente de la tabla del Campeonato del Mundo... llegó la lluvia británica al circuito de Silverstone para dejar en evidencia al brasileño de Ferrari.
Hasta cinco trompos protagonizó Felipe en la carrera de ayer, el primero de ellos antes de que el aguacero hiciera acto de presencia en el circuito británico. Poco después de darse la salida, Massa perdió el control de su Ferrari y vio como cualquier mínima opción que tuviera de hacer un buen resultado se iba al traste, pues caía hasta el final del pelotón, lugar que también ocupaba al cruzar la línea de meta. El líder del Mundial entraba último en meta a dos vueltas del líder. Madre mía, que carrerita de Massa.
Al acabar la carrera, Massa se quejaba amargamente del tremendo aquaplaning que había padecido en su monoplaza, pero la verdad es que a nadie se le escapa que Felipe ha sido uno de los pilotos que más dificultades ha experimentado a la hora de adaptarse a conducir sin control de tracción, y cuando aparece la lluvia, las carencias del brasileño se hacen más evidentes.
Veremos a qué Felipe Massa nos encontramos a partir de ahora, pues pese a todo, está inmerso en la lucha por un título en el que parece que la irregularidad no se paga tan cara como en campeonatos anteriores.