En Audi tienen motivos suficientes para luchar más si cabe este año por la victoria en las 24 Horas de Le Mans. La complicada carrera de 2008 con unos sorprendentes Peugeot 908 HDI FAP marcando el ritmo en los primeros compases y el baño que en 2009 recibieron por parte de los galos ya es lo de menos. En 2010 el laureado Audi R8 LMP cumple 10 años. El modelo que desarrollado entre 1998 y 1999 para la por entonces categoría LMP900 (hoy LMP1) reportara una ristra de éxitos loable para Audi en Le Mans entre 2000 y 2005 es considerable, y tienen el plus de presión de salvar el honor con el remozado Audi R15+ TDI.
El Audi R8 LMP es el claro dominador de las 24 Horas de Le Mans en la última década, y se cumplen 10 años desde que comenzara su reinado de triunfos y logros deportivos. Tanto en las 24 Horas de Le Mans que nos ocupa este fin de semana, como en la ALMS, pero nos centraremos en la cita del año en La Sarthe que es lo que toca. Un prototipo potente, rápido, fiable, con buen equilibrio entre prestaciones y consumo de gasolina, que marcó una época en Ingolstadt tanto de mano de las escuadras oficiales (Team Joest principalmente) como en equipos privados (los japoneses de Team Goh, vencedores en 2004 o ADT Champion Racing en 2005) y hasta un hermano de sangre (los triunfos del Bentley Speed 8, dominador claro en 2003 tras la compra de la marca británica por parte del Grupo Volkswagen-Audi).
Hasta 2006 el Audi R8 LMP fue la máquina oficial temible de Le Mans, y desde que resultó una máquina plenamente efectiva y puesta a punto, sólo otros Audi R8 LMP, Pescarolo-Courage-Judd y los propios Bentley Speed 8 lograron ser rivales consistentes. El Audi R8 LMP fue presentado en sociedad en 1998 en Berlín, año en el que empezó a dar sus primeros pasos mostrando aún un rendimiento insuficiente. En 1999 Audi comenzaría su andadura en la resistencia, presentándose en Le Mans con dos verdaderos prototipos en pruebas y desarrollo, el Audi R8 LMP y el Audi R8C LMP: barqueta descapotada y capotada.
En Audi descartaron el R8C, y en el 2000 comenzaría realmente el reinado con el Audi R8 LMP, en manos del Team Joest. El Audi R8 hacía gala de la tecnología FSI, que optimizaba la pulverización e inyección de la gasolina en los cilindros, conteniendo el consumo y obteniendo un mejor rendimiento de cada explosión en cada cilindro del motor. Así el Audi R8 con 900 kg en vacío, y un bloque V8 3.600cc FSI turboalimentado por dos turbocagadores Garret y 610 CV arrasó literalmente en las 24 Horas de Le Mans hasta 2006 que lo sustituyera el Audi R10 TDI que continúo el reinado, al menos en escuderías oficiales.
El trío de pilotos formado por Frank Biela, Tom Kristensen y Emanuele Pirro fue la más prolífica, con 3 victorias consecutivas en La Sarthe entre 2000 y 2002, probablemente las más sonadas y recordadas por todos y en la propia Audi. Y como no podía ser de otra forma, copando los podios otros equipos de pilotos también con la misma arma. Tom Kristensen alias 'Mr. Le Mans', repetiría gestas con otras escuadras también a mandos del eficaz Audi R8: en 2004 con Team Goh y 2005 con ADT Champion Racing.
Claro que en 2003 hay otra victoria de un Audi R8 LMP camuflado con Tom Kristensen implicado en el trío de pilotos que lo llevó a la victoria. Y es que allá por el 2000, el Grupo Volkswagen adquirió a la emblemática y británica Bentley, y se propusieron relanzar la marca. Y ¿qué mejor manera que hacerlo explotando la historia que Bentley también tiene en Le Mans? Dicho y hecho, pero había que diferenciarla, y de ellos surgió el Bentley Speed 8 que estuvo rodando desde 2001 a 2004 y destacó por ser una barqueta capotada.
Con Audi detrás de Bentley, era evidente que se recuperó el Audi R8C, y aunque ese Bentley contó con un V8 FSI biturbo de 4.000cc, con el grupo que tenía tras de sí está cantado que es media victoria de Audi y su R8 LMP. Que en el año de su debut en 2001 ya ocupara el tercer escalón de un podio copado por el Team Joest no fue casualidad. El Speed 8 con dorsal 7 pilotado por Tom Kristensen, Rinaldo Capello y Guy Smith ganó en 2003. Pilotos Audi, más claro, agua.
En 2006, el R8 LMP sólo quedó en equipos privados que nada pudieron hacer frente a la nueva arma petrolera de Audi, el R10 TDI. Que aún con un reglamento claramente favorable para las mecánicas turbodiésel, fue un dignísimo sucesor del triunfador y dominador modelo previo de la marca. Cosa que no se ha cumplido con el cambio al R15 TDI. ¿Celebrarán en Ingolstadt el décimo aniversario de su R8 y comienzo de su época de triunfos de la mano del R15+? De momento, ha sido el más rápido en el Warm-Up. En unas horas comenzaremos a comprobarlo.
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