Si bien el Gran Premio de Baréin pasará al recuerdo por la victoria in extremis de Sebastian Vettel por delante de Valtteri Bottas y por ser una de las carreras con más adelantamientos de los últimos tiempos, en Ferrari la recordarán también, por el accidente que uno de sus mecánicos sufrió en la segunda parada en boxes de Kimi Raikkonen.
"Motorsport is dangerous" -el automovilismo es peligroso- que pone por doquier en los Grandes Premios de Fórmula 1. Aunque la Federación Internacional de Automovilismo trata de reducir al mínimo los riesgos en las carreras que regula, siempre existe un riesgo. De hecho, hasta el personal de prensa que acude a los circuitos firma un documento en el que manifiesta conocer que este deporte es peligroso y siempre existe un riesgo.
Pero por muy conscientes que seamos de ello, siempre es difícil cuando sucede algo. En esta ocasión, el accidente ha tenido lugar en una parada en boxes. Los mecánicos de todos los equipos van equipados con cascos y guantes de seguridad, pero el riesgo cero no existe.
Una parada en boxes poco afortunada
Ferrari, de hecho, no tendría siquiera que haber parado a Kimi Raikkonen en boxes por segunda vez . El resto de los hombres de la cabeza habían apostado a por una sola parada y el finlandés podría haber hecho lo mismo.
Sin embargo, los estrategas del equipo de Maranello lo intentaban, y sucedía la tragedia. Kimi Raikkonen entró a boxes y cuando el personal de la Scuderia le retiró los neumáticos usados para ponerle, después, un juego nuevo, el neumático trasero izquierdo no salió.
El mecánico encargado de retirar la rueda continuaba intentando desencajarla cuando otro de ellos, bajaba el coche de los gatos y el semáforo se le ponía en verde a Raikkonen que salía.
Un tercer mecánico, el que debía haber puesto el neumático en el agujero de la que no salía, veía cómo el Ferrari SF71-H le golpeó en la pierna partiéndosela al momento. Para lo que podría haber sido, una rotura de tibia y peroné es un mal menor.
Tras haber sido atendido por sus compañeros, el médico de la FIA no tardaba en llegar e intervenir y trasladarle al centro médico del circuito de Sakhir. Ahora, se recupera ya en un hospital militar bareiní donde deberá pasar, por lo menos, la noche.
Kimi Raikkonen, una indiferencia absoluta
Kimi Raikkonen, tras el incidente, era instado a parar el coche por el equipo. Por lo sucedido y porque el reglamento prohíbe rodar con tres ruedas de un compuesto y una de otro. Lo hacía unos metros más adelante y no tardó en bajarse del coche.
Sin embargo, cuando todos creíamos que iría a preocuparse por el estado del herido, pasaba de largo y entraba al garaje con un flagrante mal humor. La acción ha sido muy criticada por los aficionados y el propio piloto ha confesado a los medios que no veía necesario preguntar en ese momento por su estado y que lo ha hecho después.
Contrasta su reacción con la de Sebastian Vettel al que le han informado de lo sucedido tras ganar la carrera. El Tetracampeón del Mundo no ha dudado en dedicarle la victoria desde el podio y de desearle una pronta recuperación.