¿Es el automovilismo un espectáculo "suicida"?

Tras lo ocurrido el sábado y como era de esperar, la Daytona 500 encontró su hueco en todos los telediarios nacionales. Siendo justos, ni siquiera era la Daytona 500 la que era protagonistas ya que el terrible accidente se producía en la segunda división, la NASCAR Nationwide Series. Pero la competición en sí poco importaba, lo que vendía era la espectacularidad del accidente y el número de personas implicadas.

Por desgracia, para cualquier aficionado al automovilismo en nuestro país, la situación no es nueva. Quitando el Mundial de Rallyes y quizás el Nacional, los espectadores fallecidos en los rallyes es la única forma de que estos tengan algo de relevancia en los medios. La tragedia vende pero por desgracia a veces son los propios medios los que quieren vender el amarillismo.

Y todo esto me viene a la cabeza tras ver como en el Telediario de TVE, el de la noche, entre los títulares, con imágenes del accidente del sábado, se anunciaba: "Un espectáculo suicida". ¿Soy demasiado mal pensado si digo que dejaron entrever que los aficionados a la NASCAR se juegan la vida al ir a presenciar su competición preferida?. Supongo que es demasiado pensar pero las dudas se disipaban cuando TVE nos hacía un repaso de los últimos grandes accidentes ocurridos en Daytona y no sin antes recordar que en la NASCAR habían fallecido en el pasado dos pilotos. Más madera para la quema de la bruja.

Como siempre, el límite de lo ético en la prensa se superaba con tal de vender un titular rompedor. La lástima es que cuando hay personas heridas implicadas la cosa deja de tener tanta gracia. Estoy seguro que ningún aficionado espera que le ocurra algo malo cuando va a ver su deporte preferido pero de la misma forma tampoco esperamos que nos ocurra nada al pasear tranquilamente por la calle y también, por desgracia, el número de fallecidos por atropello en nuestro país seguro que es bastante más alto que el de espectadores de una competición automovilística.

Nadie olvida eso de "Motorsport can be dangerous" y los que visitamos los tramos o los circuitos somos conscientes de ello y aunque estúpidos hay en todas partes, nadie piensa que puede jugarse la vida por ver una carrera tranquilamente sentado desde su asiento o desde la cuneta (a poder ser elevada). Lo ocurrido en Daytona debe ser un ejemplo de que cualquier medida de seguridad es poca en el automovilismo.

Todo lo que puede pasar, finalmente acabará ocurriendo con la problemática añadida de que el más mínimo fallo puede derivar en uno de los finales más trágicos. Si mejorar es la máxima para los vehículos y los pilotos, para la competición en si mísma, también lo debería ser para todo lo relacionado con los espectadores(retransmisiones, seguridad, información...). Pero aunque algunos desaprensivos quieran venderlo de esa forma, de ahí a vender una carreras de coches como un espectáculo suicida, va un largo camino.

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