Mañana será una carrera difícil. O mejor dicho, será una salida muy difícil. El décimo puesto en la clasificación del Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1 obliga a Fernando Alonso a salir en el medio del pelotón con todo el riesgo que supone a quedarse fuera en la primera curva. Y al asturiano no le quedan más comodines en la baraja.
Arrancaba la Q1 con Fernando Alonso saliendo relativamente temprano. Su primer registro era de 1:32.266 que lo colocaba segundo. Lógicamente era un espejismo porque a medida que los demás iban completando su vuelta, la posición en parrilla iba bajando.
Sorprendentemente Ferrari no decidió que saliese de nuevo a pista y se vivió un momento de tensión ya que el noveno puesto del Fernando Alonso se convirtió en un decimoquinto puesto después de que el resto de los pilotos volviesen a pista a intentar mejorar su tiempo.
Pasado el primer escollo, se llegaba a la Q2. Fernando Alonso saldría en dos ocasiones. En la primera marcaba 1:31.401 mientras que en la segunda, conseguía bajar el tiempo una centésimas. Concretamente hasta 1:31.387 que lo colocaba en octava posición. Lo peor, que sólo dispondría de un juego de blandos para la última sesión.
No pintaba nada bien la Q3 con los Force India muy rápido. La lucha iba a ser intentar quedar por delante de los Lotus-Renault, que al igual que el Ferrari tampoco tienen ritmo. La primera salida a pista de Fernando Alonso fue con neumático duro, 1:31.368 para a continuación salir con el juego nuevo blando que le quedaba, marcando su mejor tiempo de la clasificación, 1:30.979.
Sin embargo, bajar tan ajustado al 1:30 no le sirvió de nada al asturiano ya que sólo le servía para ser décimo con Adrian Sutil, Romain Grosjean y Kimi Räikkönen metidos en 71 milésimas. Subir a la séptima plaza minimizaría el peligro mañana, pero no serviría para enmascarar el mal fin de semana de la escudería italiana.
En Motorpasión F1 | Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1