Piero Ferrari, hijo de Enzo Ferrari, manifestó que no está planteado ingresar al Campeonato Mundial de Resistencia con un programa de LMP1 ya que luce inviable, desde los ámbitos tecnológicos y financieros, adquirir un compromiso de tal magnitud cuando todos los esfuerzos están enfocados en la nueva Fórmula 1. Argumentó que dividir a la gestión deportiva en dos áreas sería un gran riesgo porque si se detiene alguno de los dos programas, y luego se intenta retomar, se tardarían alrededor de 10 años en ser competitivos.
La incursión en Le Mans fue una idea planteada por Luca di Montezemolo pero, con la salida del que fuera hombre fuerte de Ferrari, la nueva directiva tiene otros planes. En tal sentido, se comenta que Sergio Marchione, presidente de Fiat, de Chrysler y de todas las marcas del grupo, incluyendo Ferrari, tiene pensado relanzar a Alfa Romeo en la competición. Por ello se cree que el programa estipulado por Montezemolo iría a parar hasta allá. Otros informes señalan que la prioridad en la compañía sería utilizar la imagen de Ferrari para impulsar las ventas de Chrysler en el mercado norteamericano.
Vía | nextgen auto