Un dicho español muy sabio dice aquello de que 'el que siembra, recoge', y en el caso de Ralf Schumacher parece estar cumpliéndose, aunque sea a la inversa. El futuro profesional del piloto alemán, y ya no en la Fórmula Uno, sino en cualquier competición importante, parece cada vez más negro.
Aunque Ralf parece no darse por enterado, Toyota sigue sin pronunciarse sobre la renovación de su contrato, que expira a la conclusión de la presente temporada, pero su gran protector en la escudería japonesa, John Howett, ya ha reconocido que están estudiando el mercado.
Incluso el equipo más modesto de la parrilla de la Fórmula Uno, Spyker, se permitía el lujo ayer de desmentir el supuesto interés que podría tener en Ralf tras la adquisición de la escudería por parte del empresario indio Vijay Mallya, amigo personal de Schumacher.
Pero no sólo las puertas de la Fórmula Uno parecen estar cerrándosele a Ralf, sino también las de un Campeonato como el DTM, donde ilustres pilotos de la F1 como Hakkinen o Frentzen han encontrado acomodo. El Director Deportivo de Audi, Wolfgang Ullrich, ha sido muy claro e incluso cruel con el hermanísimo.
"Audi no ha mantenido ningún contacto con Ralf Schumacher, ni tiene tampoco ningún tipo de interés en él. No necesitamos a Ralf Schumacher," ha asegurado Ullrich, quien no parece tener en demasiada estima al piloto alemán.