En los últimos 10 años, BMW ha estado involucrada en la Fórmula 1, ya sea como proveedor de motores o como escudería. Una década en la que las cosas le fueron mucho mejor como motorista que como fabricante. De la mano de Williams la firma bávara logró sus principales éxitos. Con Juan Pablo Montoya y Ralf Schumacher al volante de aquellos Williams-BMW blancos y azules, pudieron incluso soñar con un título que gracias al Kaiser fue sólo eso, un sueño.
Los años pasaron y BMW quiso crecer. Con Sauber alcanzó la madurez y se dio cuenta de que es más sencillo poner un motor que tratar de hacerlo todo uno mismo. Dos temporadas iniciales de "prueba", un año prometedor con victoria incluida y un último campeonato de desastre, casi, total es el recuerdo que nos dejará la última época de BMW en el Gran Circo. Hasta la vista.
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