No, juro que esta noticia no tendrá nada que ver con Disney ni Lucas Arts a pesar del título. Como muchos recordaréis, el Rally de Gran Bretaña siempre solía tener una etapa marcada por unos tramos estrechos, ratoneros que se disputaban en un entorno forestal de una belleza increíble. A este tipo de tramos se les denominaba “Mickey Mouse” (imagino que los que no los conocías ahora sí habéis pillado por dónde van los tiros) y parece que esta temporada podrían regresar al WRC.
Según informa el semanario británico Autosport, los organizadores de la prueba británica están haciendo todo lo posible para volver a atraer a los aficionados a los tramos. Sobre todo tras el fallido Rally de Gales de 2012, que tras modificar su habitual fecha veía como ni participantes ni espectadores acudían a la cita con asiduidad, dejando una mediocre edición.
El evento se disputará a camino entre el Norte y el centro de Gales, y aunque todavía no se ha definido completamente su recorrido, sí que se ha filtrado que el parque de servicio tendrá su base en la fábrica de Toyota de Deeside. ¿Tal vez es un guiño a la vuelta de la marca japonesa al Mundial de Rallyes? Los tramos nocturnos serán protagonistas, mientras que la especial sobre asfalto que bordea la costa (Great Orme) pasará a disputarse en la última etapa, posiblemente como Power Stage.
Vía | Autosport (edición impresa)