Ya lleva un tiempo sonando la idea de hacer más verde la Fórmula 1. Pero cuando se habla de verde, uno piensa en biocombustibles, tecnologías energéticas más eficientes, tanto en lo que se refiere a motor como a aprovechamiento de la energía térmica de las frenadas, y una larga lista de medidas que redundarían en un menor impacto medioambiental. Con todo esto no digo que esté ni deje de estar de acuerdo en absoluto, que conste en acta.
Pues bien, me ha parecido realmente sorprendente la noticia que asegura que en el próximo mes de marzo se presentará en Valencia el primer coche de Fórmula 1 biodegradable, creado en la Universidad de Warwick (Reino Unido), aprovechando la tercera edición del encuentro internacional sobre plásticos biodegradables que se realiza en la ciudad española. En concreto, los frenos, la carrocería y los neumáticos del monoplaza en cuestión han sido creados a partir de materiales como cáñamo, patatas y cáscaras de frutos secos. ¿Cómo os habéis quedado? A mí, sinceramente, la noticia me ha hecho una relativa gracia, porque si bien es interesante que se abran campos de investigación aprovechando la Fórmula 1, llegar al extremo de construir los monoplazas a base de patatas creo que tira por el suelo todo el glamour técnico que rodea a la Fórmula 1. Ahora bien, ¿y lo que ganaríamos en bromas fáciles? Imaginémonos a Lewis Hamilton en su Patata-Laren, o a Jenson Button en su Almendronda...
Vía | Faro de Vigo
