El otro día se celebraron en el Paul Ricard las dos primeras jornadas oficiales de pruebas del nuevo monoplaza que protagonizará la GP2 en el próximo trienio, y a decir por los tiempos marcados, el cambio ha sido claramente a mejor. Si el primero en marcar la pauta fue el novato Ben Hanley, el segundo día estuvo marcado por el mejor tiempo de otro recién llegado a la categoría, pero que promete, y mucho: Romain Grosjean.
En general, todos los equipos pudieron rodar sin demasiados problemas en los nuevos monoplazas, y eso siempre es una buena señal. La única pega que encontraron algunos pilotos fue un poco de vibraciones en la columna de la dirección y en las ruedas delanteras, pero se piensa que el problema puede venir causado por el importante aumento de carga aerodinámica en el nuevo coche, y se espera que en las próximas pruebas haya desaparecido por completo. Pero en general, las jornadas fueron todo un éxito, y no hay duda de que el nuevo monoplaza es mucho más rápido que el viejo, pues la vuelta más rápida en su debut ha superado en 7 décimas el mejor tiempo marcado por el antiguo GP2, así que no hay duda que el paso dado ha sido claramente al frente. Las expectativas, sin embargo, son de que el nuevo coche mejore los tiempos por vuelta del primer GP2 entre 1 y 1 segundo y medio.
Para alcanzar las máximas prestaciones del monoplaza, los equipos de GP2 estarán rodando mañana martes y el miércoles en el Circuit de Catalunya.
Vía | Autosport