Todos sabemos de sobras el origen de la polémica: en la penúltima vuelta de la carrera del Gran Premio de Bélgica en Spa-Francorchamps, Sebastian Vettel, que por aquel entonces defendía la tercera posición ante los ataques de Romain Grosjean, veía como tras el paso por el Radillon su neumático trasero derecho reventaba dejándole fuera del podium y fuera de carrera.
Al bajarse de su Ferrari, el piloto alemán estalló en unas declaraciones muy duras contra Pirelli, diciendo que si llega a suceder ese incidente 200 metros antes (en plena Eau Rouge) el accidente podría haber sido de magnitudes considerables. Además, acusó a Pirelli de buscar siempre excusas ajenas a sus neumáticos: suciedad en pista, errores de pilotos, etc.
Pero no nos engañemos, aunque no cabe duda a que el neumático es Pirelli y deben dar una respuesta al respecto, Vettel no puede cargar así contra el fabricante de neumáticos, básicamente porque no tiene ni idea de qué ha sucedido. Entiendo que su enfado sea considerable porque sabe que se acaba de librar de un accidente gordo, pero no se puede cargar así contra Pirelli sin datos.
¿La culpa la tiene Pirelli?
Que nadie espere sin embargo que me posicione en esta polémica a favor de Pirelli. Creo que tampoco son todo lo claros que deberían en sus explicaciones. Para empezar, Paul Hembery señala al desgaste del neumático de Vettel como la causa principal del accidente. Para empezar, que un desgaste acusado lleve a una explosión no me parece lo más normal del mundo, ni en Fórmula 1. Pero aún hay más.
De entrada, Pirelli informó a los equipos en su informe preliminar que la duración estimada de los neumáticos en Spa era de unas 40 vueltas. Eso, traducido a kilómetros en el circuito más largo del Mundial, son muchos kilómetros. No es de recibo que un neumático falle así por desgaste a las 28 vueltas. Quedaban demasiados kilómetros en esas ruedas como para que la estimación se dé por válida.
También me parece muy oportunista el hecho de sacar a la luz una supuesta propuesta que Pirelli realizó a los equipos en 2013 y que fue rechazada. En la misma, Pirelli proponía limitar la distancia de los stints en función de los compuestos: un 50% para los más duros del fin de semana y un 30% para los más blandos. Con esa combinación, nunca se podría completar una carrera entera a una parada, cosa que ha ocurrido este año y que la propia Pirelli ha indicado como muy probable en diversas ocasiones, sin recordar este informe que ahora sí han sacado.
¿La culpa la tiene Ferrari?
No vale tampoco cargar contra Ferrari porque Pirelli en su nota de prensa habla de la estrategia ideal a 2 o 3 paradas. Esa información que da cada Gran Premio Pirelli es simplemente informativa, y trata de indicar la estrategia normal. Pero gracias a Dios, en Fórmula 1 existen estrategias alternativas que son válidas aunque Pirelli no las mencione en su nota de prensa. El año pasado, sin ir más lejos, Romain Grosjean ya fue a una única parada en Spa.
Para terminar, sobre Ferrari, no me pareció una mala estrategia el ir a una parada. Estuvo a punto de darles un podium tras salir Vettel 8º en parrilla, y desde luego, el ritmo de Vettel en ese stint en ningún momento dio muestras de un desgaste extremo de las gomas, como prueba este gráfico de f1fanatic.co.uk, en el que no se demuestra un bajón en el ritmo que llevaba Vettel que pudiera indicar algún problema de desgaste importante.
¿Y si no hubiera sido culpa ni de Ferrari ni de Pirelli? ¿Y si simplemente esa trazada por fuera que muchos pilotos hacían en el Radillon fuera la culpable de posibilitar que la goma trasera derecha se cortara? Iremos conociendo detalles con el paso de los días con toda seguridad. Aunque sea simple casualidad, que Nico Rosberg tuviera un problema parecido el viernes y esperando Monza en 15 días es exigible aclarar muchos detalles.