La FIA quiere adelantamientos y no está dudando en tratar de conseguirlo. Ya sea con el KERS, prohibiendo los dobles difusores y en última instacia con el "invento" del alerón trasero regulable. Un sistema que se implementará en 2011 y que tendrá que permitir a los pilotos que persiguen, bajar su alerón para reducir su resistencia y poder conseguir una velocidad mayor en las rectas. Pero si hacemos caso a Martin Whitmarsh, la llegada del alerón trasero regulable aún no es segura. El presidente de la FOTA ha dejado claro que hasta que no se trabaje en su funcionamiento en cohesión con las regulaciones deportivas, en resumen el cómom cuándo, dónde y por qué de su utilización, no darán la luz verde.
Nada más anunciarse el plan, los pilotos clamaron en contra de este sistema. No lo ven nada claro y no han tardado es mostrar su postura. A fin de cuentas son ellos, y no los que están sentados en las cómodas sillas, los que tendrán que utilizarlo en pista. Muchos lo consideran como innecesario, artificial y que podría tener consecuencias en forma de perdida de seguridad. En este último punto se podría asemejar a su hermano mayor, el F-Duct.
Vía | ESPN F1