Buscando buscando, los ingenieros de Renault han dado con las décimas que le faltan a Alonso para tener un coche algo más competitivo, cosa que no debería ser muy complicada teniendo en cuenta los resultados hasta el momento. Aunque ahora se sabe que ellos bien sabían donde están esas décimas que les faltan.
Y como no, la noticia se ve salpicada, aunque sea de refilón, por el penúltimo caso de espionaje en la Fórmula 1. Cuando el año pasado, ante lo que muchos imaginábamos que era una rabieta de Ron Dennis, Mclaren denunció a Renault por estar en posesión de información de la escudería no se alejaba demasiado de la realidad.
Phil Mackereth, ingeniero que saltó de Mclaren a Renault, no lo hizo con las manos vacías, sino que se llevó unos cuantas ideas de la escudería británica, algo que posteriormente fue reconocido por la propia Renault. Entre ellos un nuevo sistema de suspensión delantera. Renault por su parte comenzó el desarrollo de un nuevo diseño suspensión, a la espera de que la FIA aprobara la utilización de ese material. Pero tras la denuncia de Mclaren, Briatore decidió meter en la nevera el desarrollo, por miedo a otro escándalo de espionaje.
La nueva suspensión delantera simula el funcionamiento del prohibido y eficaz mass damper. Mantiene la posición del morro siempre en el mismo lugar, ya sea en aceleración o en frenada, acción que permite mejorar el flujo a lo largo del monoplaza y que mejora el agarre del R28 sin aumentar el ala del alerón, acción que por otro lado permite mejorar la velocidad punta. Al menos eso dice la teoría, ahora hay que ver cual son los datos en el terreno que más importa, la pista.
Si los esos cambios no se demuestran efectivos en Barcelona, muchos han decidido tirar por tierra la temporada. Es duro que tras ganar dos campeonato y luchar por otro te veas abocado a la mitad del pelotón. Aunque no creo que nadie le dijera Alonso que esto iba a ser sencillo.
Vía | AS