Un poco de entretenimiento para una de estas mañanas cálidas de agosto. El pasado fin de semana se celebró en Los Ángeles la decimoséptima edición de los X-Games. Una especie de Juegos Olímpicos para competiciones como el skate, el BMX, el motocross o el freestyle y que en los últimos años ha incorporado el mundo del motor.
En años anteriores únicamente se celebraba competición de rallye, en un circuito con calles paralelas. Eso se les ha quedado pequeño y a pesar de la espectacularidad, buscar los límites significaba accidente seguro, han decidido seguir innovando. Ahora existen dos tipos de competiciones en los X-Games: una de rallycross, competición que está pegando mucho en USA, que tiene su propio campeonato (Global Rally Championship) y que cuenta con un piloto de la talla de Marcus Grnholm como principal estrella (al menos por talento) y la competición de rally aunque con la peculiaridad que los dos pilotos se enfrentan juntos en el trazado de rallycross.
Tras una carrera llena de incidentes (no tiene desperdicio), en la competición de Rallycross el vencedor fue Brian Deegan por delante de Tanner Foust y con Marcus Grönholm completando un podio lleno de Ford Fiesta. En Rally, el ganador fue Liam Doran, al batir en la final a un Marcus Grönholm. El finés en ningún momento pudo inquietar al piloto británico por lo que seguirá teniendo pesadillas con los Citroën C4, otrora en manos de su némesis, Sebastién Loeb.
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