Ver a pilotos competir más o menos seriamente más de veinte años después de su retirada con coches contemporáneos es algo único por poco común y una delicia. En ocasiones, nos deleitamos con Alain Prost o Damon Hill probando un Red Bull campeón del mundo. Mientras tanto, en Japón tienen sus propios ídolos y preparan sorpresas como la del duelo entre Satoru Nakajima y Kazuyoshi Hoshino, que ha terminado en empate.
Hace poco más de un mes se anunció que el duelo entre estos dos pilotos, los máximos exponentes de la hoy conocida como Super Fórmula, se llevaría a cabo con los Swift FN09 usados por la categoría hasta la temporada 2013. Puesto que cada uno tiene un equipo en competición, uno de los alicientes sería verles en pista con los coches de sus propias escuadras. Un duelo tanto de pilotos como de equipos en el mejor escenario posible; Suzuka.
Nakajima y Hoshino vienen disputando duelos durante los últimos años a un ritmo de uno por temporada, siendo esta la quinta "edición" de un evento que no hace sino demostrar la deportividad de dos hombres que dominaron la más importante categoría de monoplazas en Japón durante muchos años. Grandes rivales antaño, convertidos en viejos amigos que recuerdan sus tiempos mozos poniéndose al volante de bestias como los FN09/SF13, monoplazas por encima de la GP2 o la Fórmula Renault 3.5. Todo esto, ¡con 61 años Nakajima y 67 Hoshino!
El duelo de este año se celebró en dos carreras a tres vueltas; una el sábado y la otra el domingo. El trazado elegido fue el conocido como "Suzuka East", que va desde la línea de meta hasta el final de las esses para luego realizar un giro a la derecha y volver a encarar la recta principal. Se trata del trazado usado por el WTCC hasta el año pasado. Puesto que solo eran dos coches en pista, ha habido algunas normas especiales, como por ejemplo que solo uno de los pilotos tuviera acceso al "push to pass".
La decisión sobre quien lo tenía se tomaba muy a la japonesa y si en España se habría usado una moneda, los dos pilotos jugaron al "piedra, papel o tijera" en medio de la recta principal, para diversión del público, que veía algo ligeramente surrealista. Al final, ha sido este sistema el que ha decidido el resultado de las carreras. En la primera, Hoshino salía desde la segunda posición y tras el primer paso por línea de meta, saliendo del rebufo de su rival, adelantó y se situó en cabeza, posición que no abandonó hasta la bandera de cuadros tras tres vueltas.
La segunda carrera, también a tres vueltas, vivió un resultado completamente opuesto. Nakajima salió esta vez desde la segunda posición y después del primer paso por meta adelantó a Hoshino gracias al "push to pass". Esta segunda carrera, disputada esta mañana, tenía el aliciente de una ligera lluvia que a pesar de no dejar la pista mojada, sí la ha dejado fría. A pesar de no vivirse más adelantamientos, los intentos y los bloqueos de estos dos viejos rivales han hecho las delicias del público.
Tras bajar del coche, ambos coincidían, entre risas y con un micrófono en mano para animar al público, en que el sistema del "push to pass" debería desaparecer de las carreras para evitar situaciones como las de sus derrotas. Evidentemente, ninguno de los pilotos quiso mencionar demasiado que si bien sus derrotas se debieron a este sistema, también fue el caso con sus victorias. Desafortunadamente, siendo el circuito corto el elegido para el evento, no se ha podido comparar tiempos con los pilotos actuales, aunque quizás por ello se eligió proceder de esta forma.
Finalmente, con una victoria para cada uno (resultado que se habría podido esperar si esto fuera un evento único pero no para un evento que se celebra cada año y en el que los pilotos realmente quieren vencer), se ha declarado un empate. Puesto que Nakajima era el campeón en título, el "cinturón de campeón" se lo queda el ex-piloto de Lotus y Tyrrell de cara al próximo año, cuando las dos leyendas del automovilismo japonés volverán a batirse en un duelo digno de estos eternos rivales.