Desastre. Esa palabra es la que resume lo que está pasando con la venta de entradas para presenciar el primer Gran Premio nocturno de la historia de la Fórmula 1. Para ilustrar este caótico proceso, imaginaos a pobres aficionados con una mano en el teclado y la otra en el móvil, intentando, sin éxito, adquirir una entrada por la vía que sea.
Algunos, confiesan haber estado el primer día que salieron las entradas, el jueves, desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la tarde pegados al ordenador sin poder comprar su tan deseada entrada. Y el viernes, más de lo mismo. En fin, que los organizadores no empiezan demasiado bien en una prueba que será de una importancia descomunal, sobre todo si algo no sale bien. Tal es el caos generado, que el Ministro de Comercio e Industria de Singapur tomó cartas en el asunto convocando una reunión urgente para solucionar los problemas. Desde luego, parece que lo que está claro es que el éxito de público está garantizado. Ahora esperemos que esté bien secundado por una organización también exitosa.
Vía | The F1