A los 88 años de edad dejó de existir Sir Jack Brabham, tres veces campeón mundial de Fórmula 1 y único piloto que construyó un monoplaza con el cual alcanzó un título. Nacido en Australia, en 1926, Brabham llegó a la máxima categoría en el año de 1955 y comenzó a revolucionar el mundo de las carreras. Desde su debut demostró ser uno de los destinados a convertirse en leyenda, desafiando en las pistas a rivales de la talla de Juan Manuel Fangio, Mike Hawthorn, Bruce McLaren, Jim Clark, Graham Hill, Jhon Surtees, Phil Hill, Jackie Stewart y Denny Hulme.
Después de servir como piloto de combate durante la Segunda Guerra Mundial, inició su propio negocio de coches de carrera. Aplicando su particular visión de la ingeniería, se presentó a competir en el campeonato de 1959 con un Cooper Climax T51 F2 cuyo motor estaba ubicado en la parte posterior. Al final de la temporada, se convirtió en el primer piloto ganador y campeón con un monoplaza de motor trasero, repitiendo el título un año después. En 1966 volvió a conquistar el cetro al volante de un Brabham Repco BT19, demostrando que con un coche artesanal también podía vencer a los grandes equipos. Sus 14 victorias y 13 poles son meros datos estadísticos porque su legado y su grandeza no se pueden medir con números. Sir Jack Brabham; descanse en paz, maestro.
Vía | abc