Ha sido la imagen de automovilismo más repetida durante los telediarios de hace dos semanas, algo que nosotros llamamos morbo, pero además tuvo su parte de fortuna si lo miramos desde el lado de la seguridad tanto del piloto como del copiloto. Y es que el accidente de Ken Block llego incluso a marcar unos 16g de fuerza en el primer choque contra el suelo tras salir catapultado en la curva.
Obviamente no es nada comparado con accidentes como el de Ralf Schumacher en Indianápolis, cuando se le reventó un neumático, de 72g o más actualmente con el de Robert Kubica en Montreal que marcó uno de los records en este sentido con 76g. Sin duda este percance sufrido por el norteamericano vuelve a decir muy buenas cosas sobre la seguridad de los nuevos World Rally Cars.
En total, el Ford Fiesta RS WRC acumuló varios picos de 6, 16 y 10 g en los tres momentos clave del accidente y soportó estoicamente toda la fuerza de los golpes. Afortunadamente tanto Block como Alex salieron ilesos del accidente y tras un paso por el hospital al día siguiente ya volaba de camino a su Norteamérica natal para recuperarse del susto sufrido.
Después de hacer los dos días de reconocimientos, y estar preparados para comenzar el rally, fue demasiado frustrante tener ese accidente. Trabaje mucho con Alex en las notas, y el accidente del shakedown fue ridículo, un error terrible. Realizamos una buena prueba en México, y sentí que estábamos dando pasos seguros. En fin. Tuvimos suerte y no hay lesiones, y ahora se bien que los coches son extremadamente bien diseñados y construidos. Uno de los impactos se aproximó a los 16g.
Solo apuntar que el límite humano se sitúa sobre los 80g y 9g es a lo que habitualmente están sometidos los pilotos de cazas que son personas a las que están acostumbradas a entrenamientos específicos.