Con todo lo que se ha hablado ya de los dobles difusores, supongo que la mayoría somos ya casi expertos en la materia. Es más que evidente que el diseño del difusor condiciona el diseño aerodinámico de prácticamente todo el monoplaza, pues no deja de ser la "puerta trasera" que permite que el aire que ha pasado por el fondo del monoplaza salga del mismo, y por lo tanto, en función de cómo esté abierta esa puerta podremos abrir más o menos la de delante (alerón delantero).
Pero si tocamos el alerón delantero, entonces estamos alterando también seguramente el flujo que pasa por encima del monoplaza, y consecuentemente el que va hacia los pontones y alerón trasero. En definitiva, que toca rediseñar casi todo, o por lo menos ajustarlo en consecuencia, tarea nada sencilla teniendo en cuenta que no se permiten test esta temporada.
Al final, sin embargo, esa explicación técnica falta de todo rigor que he intentado realizar, tiene un fondo que es una evidencia: tocar el difusor, sobre todo para un cambio sustancial, conlleva modificaciones en todo el monoplaza, y eso requiere de dinero, y sobre todo, de tiempo. No se diseña e incorpora un difusor nuevo de la noche a la mañana. Y para muestra, un botón: en Ferrari se estima que la inversión necesaria para encajar un difusor doble al F60 asciende a ¡20 millones de euros! ¿Por qué?, pues porque están "teniendo que diseñar básicamente un coche nuevo", según una fuente anónima del equipo.
Sin embargo, todos los grandes ya se han puesto manos a la obra, porque como dice Norbert Haug, "todo equipo que quiera ganar tiene que trabajar en el difusor". No se puede esperar ni una semana para ver si son legales o no. Pero mucho cuidado, porque el balance del monoplaza variará sustancialmente, y esta temporada sin test es poco favorable para incorporar grandes cambios de "concepto", como puede ser este nuevo difusor.
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