Ya se sabía. Para 2009 la reglamentación vigente en las Le Mans Series y las 24 horas de Le Mans iba a cambiar. La escalada de prestaciones en los LMP1 no gustaba y tampoco que los diesel no tuvieran rivales más rivales que ellos mismos. La semana pasada se dieron a conocer esos cambios, aunque las principales directrices ya se habían puesto sobre la mensa y ya en los test que Michelin preparó en Estoril muchos equipos llevaban sus deberes hechos.
Esos cambios están dirigidos principalmente a los LMP1 y se concentran en bridas y aerodinámica. Comenzando de fuera hacia dentro, los alerones traseros son más pequeños (Se puede comprobar en la foto. El alerón trasero antes iba de lado a lado del coche) y también se ha eliminado cualquier apéndice aerodinámico extra, a excepción de las placas de hundimiento delanteras.
Todos los prototipos tendrán nuevas bridas más restrictivas y se permitirá la participación de modelos híbridos, aunque fuera de competición. Estas nuevas motorizaciones tendrán el mismo peso mínimo, aunque su depósito será de menor capacidad. Otro aspecto que habrá que tener en cuenta y que normalmente pasa desapercibido, es que el sonido estará limitado a 112 decibelios por los 113 actuales. Mientas que la temperatura en el interior de los vehículos cerrados será de 32º máximo.
En cuanto a los pit-stop, se sigue permitiendo el uso de calentadores, pero sólo se permitirá la participación dos mecánicos durante la operación del cambio de ruedas y además de que solamente habrá una pistola neumática por coche. Una medida que pretende igualar el tiempo perdido en esta maniobra entre todos los equipos.
Vía | Sportmotores