En medio de la campiña inglesa y cerca de Silverstone, en el pueblo de Brackley se encuentra la base de cierto equipo de Fórmula 1. Un equipo que empezó como BAR en 1999 (después de comprar Tyrrell) y que tras no probar las mieles del éxito, pasó a estar bajo el control directo de Honda. Tampoco con los japoneses consiguió llegar a la cima. Sí llegó el éxito con Brawn GP, aunque aquello fue un cuento de hadas antes de pasar a sufrir bajo el mando de Mercedes. Pero ahora, los alemanes están venciendo. Es el momento perfecto para conocer Brackley, la sede de Mercedes AMG F1.
Empezando el próximo lunes y durante la semana del Gran Premio de Austria, descubriremos varias partes del equipo que lo ha ganado prácticamente todo este año y que va camino a destrozar incluso los mejores años de Red Bull. El Mercedes W05 Hybrid tiene gran parte de culpa, como la tienen sus pilotos, pero el trabajo en Brackley ha sido impresionante durante estos últimos años así que los chicos de la base también merecen que su mérito sea reconocido. Un pequeño grupo de periodistas españoles estuvo esta semana en Brackley para ver exactamente cómo se trabaja allí y Motorpasión F1 tuvo la oportunidad de encontrarse entre ellos para contároslo de primera mano.
Brackley cuenta con cuatro edificios principales. Dentro de estos encontramos secciones dedicadas al simulador, al túnel de viento, a los autoclaves para "cocer" las piezas de fibra de carbono, la sección de inspección de componentes, el llamado "race bay" donde se reciben los coches que llegan de las carreras para ser desmontados y verificados y la zona de soporte remoto de carrera, entre otras. Lo que está claro es que en Mercedes, todo tiene una razón de ser y una función específica.
Brackley tiene un aspecto a medio camino entre laboratorio, hospital, fábrica y edificio de oficinas (británico, muy británico, con suelo enmoquetado) según la zona en la que uno se encuentra. Las partes de trabajo en ordenador recuerdan a cualquier empresa con oficinistas sentados en sus mesas con varias pantallas aunque con diferencias clave que comentaremos cuando llegue el momento. Pero zonas como la de los autoclaves dan una sensación completamente distinta, con un incesante río de piezas que se van haciendo llegar hacia el interior de estos "monstruos" de la temperatura.
Son unos 760, los trabajadores que nos pueden confirmar en Brackley, aunque se nos insiste en multitud de veces que el número exacto no se puede dar por varios motivos. Entre otros, que los equipos rivales puedan entender cosas gracias a estos números. Este dato de 760 personas llega casi como una mención sin importancia, como si a alguien se le hubiera escapado. Pero no nos engañemos, esto es la Fórmula 1 y todo está controlado. En Brackley hay más de 760 trabajadores y el número pasa de los 800. A todo esto, hay que sumarle los 400 que trabajan en los motores en Brixworth.
Entrar en Brackley es como adentrarse en el mundo de la Fórmula 1 "de golpe". Un mundo en el que tanto te puedes cruzar por los jardines con un carrito que carga un monocasco de un Mercedes W05 Hybrid con toda la naturalidad del mundo como te puedes cruzar con Peter Bonnington, ingeniero de pista de Lewis Hamilton. Un lugar donde los trofeos decoran las vitrinas y donde los coches cuelgan del techo. La base de los próximos campeones del mundo de Fórmula 1. Brackley no es grandilocuente como Woking (base de McLaren) ni rezuma historia como Maranello (Ferrari), pero es efectiva y los resultados así lo demuestran.