Un año más, y ya van unos cuantos, Pedro de la Rosa ha comenzado hoy su particular temporada como piloto probador de McLaren Mercedes. El catalán ha sido hoy, junto a Heikki Kovalainen, el primero en rodar al volante del nuevo MP4-23 en el circuito de Jerez, como lo atestigua la fotografía que abre este post.
Sin embargo, a nadie se le escapa que la intención del piloto español este año no era la de limitarse a desarrollar el coche, sino que su esperanza era la de haber podido volver a competir y haberse convertido en el compañero de Lewis Hamilton. Pero una vez más, los responsables de McLaren han mirado hacia otro lado y no le han dado el voto de confianza que se ha ganado a pulso.
Somos muchos los que nos preguntamos por qué De la Rosa no ha intentado probar suerte en otro equipo, aunque suponga bajar un escalón en cuanto al potencial de la escudería, pero lo cierto es que el piloto español asegura que "mientras exista la posibilidad de correr, seguiré". ¿Conformista? ¿Acomodado? No sé cómo definirlo. De la Rosa se ha ganado la estima y el cariño de todos, por su profesionalidad, su talento y sus dotes comunicativas, pero parece mentira que siga pensando que tiene opciones de competir en un equipo como McLaren, que estos dos últimos años han preferido apostar por un 'rookie' como Hamilton (2007) y por un piloto con solo un año de experiencia en la F1 como Kovalainen, antes de darle la alternativa a De la Rosa.
Eso sí, optimista donde los haya, el catalán reconoce que la elección de Kovalainen supuso una decepción para él, pero que "hay que trabajar pensando en el futuro. Seguiré con las mismas ganas de siempre".
Vía | Marca