A pesar de que en sus vitrinas aún no luce ningún título de la máxima categoría de la NASCAR (aunque sí dos veces de la segunda categoría), Dale Earnhard Jr es uno de los pilotos preferidos para los aficionados, seguimiento que se ve incrementado tras victorias como la del pasado domingo en la primera cita de la temporada en la NASCAR Sprint Cup, la Daytona 500.
Si hubo un elemento que marcó la Daytona 500 ese no puede que ser otro que la lluvia procedente de uno de esos múltiples tornadas que recorren los Estados Unidos cada año. Hasta siete horas de retraso tuvo la prueba que sólo se pudo disfrutar, ya entrada la noche, gracias a la iluminación artificial con que cuenta el circuito y al trabajo de los titan-air.
Como no podría ser de otra manera, los big-one (grandes accidentes con múltiples coches involucrados) también tuvieron parte de protagonismos. Y es que a pesar de disputar un final a dos vueltas (green-white-checkered flad) a poco metros de cruzar la bandera a cuadros de nuevo vimos como varios pilotos, entre ellos Kyle Busch y Carl Edwards, se quedaban a las puertas de cruzar la línea de meta.
A pesar de las piedras en el camino, Earnhardt Jr se mostró muy fuerte en el final de carrera aguantando los embites de Bard Keselowski, Denny Hamlin y Jeff Gordon. Ninguna de sus maniobras de drafting sirvieron para robarle al #88 se segunda victoria en la Daytona 500 tras la conseguida en 2004.