Finalmente el equipo británico ha desvelado sus intenciones con el último modelo salido de su factoría. El proyecto con el Volkswagen Golf de motor turbo 2.0 litros, surgido antes incluso de la creación del Mini JCW WRC, ha visto la luz del día y Prodrive ha hecho oficial que el objetivo no es otro que el que ya comentaba acertadamente mi compañero Eloy Entrambasaguas hace unos días, el Campeonato de China de Rallyes (CRC).
El Volkswagen Golf SCRC cuenta con un motor 2.0 y una brida de 35 mm, lo cual le sitúa por encima de los actuales World Rally Cars que cuentan con un propulsor 1.6 Turbo con la admisión del turbo limitada a 33 mm. El peso en vacio (sin piloto ni copiloto) se sitúa únicamente en los 1.150 kilogramos y la caja secuencia de seis velocidades Xtrac nos hace pensar que este nuevo modelo estará un paso por delante de los actuales coches estrella del Mundial de Rallyes.
El coche, construido sobre la base del Golf de séptima generación, obviamente no respeta las regulaciones de la FIA en materia de los World Rally Cars (sí cuenta con algunos componentes y jaula de seguridad que respeta dichos estándares) pero sí están admitidos en campeonatos nacionales de Asia, Europa y Norteamérica, así como ser una buena posibilidad para convertirse en un modelo para el RallyCross, algo que ya ocurrió con el Mini JCW de Prodrive, y que podría competir tanto en el GRC como en el Campeonato del Mundo sin necesidad de hacer demasiadas modificaciones.
El debut en competición será este mismo fin de semana, en el Rally de Longyou con Chris Atkinson a su volante, algo que nos hace pensar que finalmente el contrato con Hyundai (que esta misma mañana ha anunciado la renovación de Dani Sordo) ha tocado a su fin para el piloto australiano. Un proyecto en el que se ha contado con la firma de neumáticos china DMack, que últimamente ha estado más centrada en WRC2 y el trofeo monomarca que dirige junto a M-Sport, y que no ha recibido ningún tipo de apoyo por parte de la propia Volkswagen.