El Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1 va a ser un evento para la historia de esta competición. No solo porque se estrenará el formato de carrera clasificatoria al sprint, sino también porque por primera vez pudimos ver los nuevos monoplazas que regirán la Fórmula 1 en los próximos años.
O, al menos, cómo cree la FIA que van a ser. El diseño presentado por la Fórmula 1 no dejó indiferente a nadie, con varios detalles que analizar, pero tampoco debe ser tomado demasiado en serio si echamos un vistazo a lo que ha sucedido en otras ocasiones que la FIA predijo cómo iban a ser los monoplazas.
En 2014 los monoplazas no se parecieron en nada a lo presentado por la FIA
El último gran cambio de normativas fue en 2014, y por entonces la FIA no se atrevió a sacar un modelo real. Pero sí que introdujo en el propio reglamento deportivo fotos de cómo consideraban que serían los monoplazas, e incluso se difundieron. Los medios y algunos aficionados también hicieron sus versiones libres, que nada tuvieron que ver con la realidad.
En los monoplazas presentados por la FIA se podía ver un morro uniforme, más bajo, tal y como ellos pretendían, pero simple y formado por una sola pieza. Lo que tenían preparado los ingenieros no era del agrado de quienes diseñaron el reglamento. Los morros eran deformidades horrendas estéticamente.
La gran mayoría de los morros tenían un pico puntiagudo, había incluso algún equipo, como Lotus, que puso dos, para colmo de diferente longitud, y otros, como el Ferrari de Fernando Alonso, tenía la famosa nariz de oso hormiguero. Curiosamente el equipo que ganó ese año, y todos los demás de la era híbrida, Mercedes, llevaba el morro más convencional.
Los ingenieros de los equipos, que habitualmente suelen ir más allá que los de la FIA, y por eso mismo es por lo que trabajan en equipos, idearon una solución bien diferente para el nuevo reglamento: no bajar la altura de todo el monoplaza, sino únicamente la del morro, aunque fuese de una forma tan brusca como vimos.
Veremos si este año la FIA ha tenido más tino, aunque Ross Brawn, el director deportivo de la Fórmula 1, ya se ha guardado bajo la manga la opción de ilegalizar cualquier cosa que se salga de lo que ellos tenían previsto. Una buena forma, aunque quizá algo injusta, de controla la creatividad de los ingenieros.
Otro punto de debate que ha generado el nuevo monoplaza es si incorporarán o no el DRS. En el modelo presentado parece muy difícil que ese alerón trasero pueda soportar el DRS, pero teniendo en cuenta que el modelo y el render que presentaron ayer son diferentes, tampoco habrá que tenerlo demasiado en cuenta. Cosas de la Fórmula 1.
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