Llevábamos mucho tiempo esperando la confirmación oficial del acuerdo entre el cántabro y Ford para disputar juntos el próximo Rally de Argentina. La lesión en la clavícula izquierda de Jari-Matti Latvala ha abierto a Dani Sordo las puertas del equipo y le ofrece una oportunidad de oro… ¿Pero una oportunidad para qué?
Está claro que contar con un Ford Fiesta RS WRC y el apoyo de un equipo oficial es algo con lo que Sordo lleva soñando los últimos dos años, desde su salida de Citroën. El fichaje por Mini, o mejor dicho por Prodrive no ha terminado siendo lo que muchos esperábamos. Todo ello a pesar de contar con un coche que ha tenido un rendimiento lo suficiente bueno como para soñar con victorias de haber contado con mayor presupuesto.
La próxima semana a los mandos del pequeño utilitario de la marca del ovalo, el campeón junior de 2005 tendrá de nuevo entre sus manos un material de primera linea. Si a ello le sumamos la madurez que ha obtenido durante estos últimos meses (siendo primer piloto en una situación tan compleja como la de Mini) está claro que Dani es uno de los principales candidatos a la victoria.
En su contra se encuentra el hecho de ser un piloto al que le gusta más el asfalto que la tierra y sobre todo el poco conocimiento del coche. Dos días de test cerca de la sede de Cumbria no parecen kilómetros suficientes ni los apropiados para que el de Torrelavega se acople perfectamente al coche y menos aún a la superficie.
Otra característica a tener en cuenta será el nuevo recorrido del Rally de Argentina. A Sordo es una prueba que le gusta, en ella ha conseguido un tercero y un segundo puesto en sus dos últimas participaciones, pero este año ha crecido por encima de los 500 kilómetros contra el crono. Ahora ha pasado a ser un rally mucho más duro, lejos del nuevo concepto al que nos tienen acostumbrados los organizadores durante los últimos años.
Con todo esto en cuenta, (además de tener que seguir compitiendo contra Sébastien Loeb, Mikko Hirvonen o su propio compañero de equipo Petter Solberg) queda por saber la actitud que tomará el propio Dani Sordo una vez se encuentre sentado en la salida de la especial. Las opciones son claras. ¿Atacar o conservar?
Eligiendo la primera, muchos ya sabemos que Dani puede estar entre los mejores tiempos. Así lo ha demostrado en más de una ocasión este año con el Mini John Cooper Works WRC. Obviamente, cuanto más rápido vayas y menos conocimiento tienes del coche las opciones de cometer un error y tener una salida de pista crecen exponencialmente.
La segunda de ellas será la de mantener un ritmo que le permita ir cómodo yendo rápido, pero sin necesidad de jugársela en cada curva. En pocas palabras, llevar el coche a meta y no acabar fuera del Top 5. Esta sin duda es la opción más inteligente ya que en M-Sport han decidido apostar por él debido a su velocidad innata y sobre todo por su poca tendencia a tener accidentes y abandonos por errores propios.
Es más, no dudo que Malcolm Wilson ya le diera la consigna de terminar el rally durante las negociaciones del contrato. Incluso de darse el caso en que Sordo se encuentre por delante de Petter Solberg en los compases finales de la prueba no me extrañaría que hubiera finalmente órdenes de equipo. Al fin y al cabo es el noruego el que está actualmente más cerca de Sébastien Loeb en la lucha por el título.
Y es que en estos momentos y con la más que probable marca de Latvala a Volkswagen, Dani es uno de los principales candidatos para uno de los dos asientos de Ford en 2013 (Petter Solberg también acaba contrato este mismo año). Por ello, aunque muchos estamos esperando que Sordo salga con el cuchillo entre los dientes a por el resultado de su vida, tocará acatar órdenes…