En estos momentos ya habrá comenzado la novena reunión del Mundial de Turismos. El circuito italiano de Imola, que no comenzaba en el calendario se ganaba una plaza al caerse la prueba sueca de Anderstorp, da comienzo al último tercio de mundial. Cuatro citas por disputar, ocho carreras y la nada despreciable cifra de ochenta puntos todavia en juego. Más que suficientes para que todo pueda cambiar y todo pueda suceder de cara a la disputa del título.
Este año, el Mundial está más al rojo vivo que nunca. Si en el pasado dos o tres pilotos contaban con claras opciones, con Priaulx siempre dominando, este año hasta seis pilotos están en un abanico de dieciséis puntos y contando con los vuelcos que se podrucen de una cita a otra, esta distancia permite que los seis aspiren luchar por el título sin tapujos. Y entre esos séis un español. Félix Porteiro llega a Imola con la vitola de ser uno de los pilotos más en forma, y con la desventaja que ello produce: será uno de los pilotos más lastrados.
La clasificación está dominada por los pilotos SEAT, Yvan Muller y Gabrielle Tarquini con, respectivamente, trece y once puntos de ventaja sobre el triple campeón Andy Priaulx. A pesar del comienzo arrollador de la marca española, entre cambios reglamentarios y que sus rivales se han puesto las pilas, principalmente los BMW, lleva cuatro carreras sin conseguir la victoria. Algo que puede parecer hasta raro. A pesar de ello tanto el italiano como el francés son los dos más claros candidatos. Tienen calidad y coche. Otro punto a su favor es que a pesar de que Andy Priaulx es la más seria amenaza, la temporada del británico está lejos de calificarse como brillante, por lo que mantenerlo a raya no debería parecer descabellado.
Otro español al que le sonríen las cosas es a Sergio Hernández. El piloto de Proteam Motorsports se está convirtiendo en esta, su segunda temporada, en una de las máximas atracciones. Su liderato en el trofeo de independientes, con su compañero de equipo Stefano D'aste pisándole los talones, le ha catapultado y ya suena en las quinielas para pilotar un coche oficial en 2009.