El reciente Gran Premio de Austria dejó muy mal parado al equipo de casa. Se suponía que debía ser su carrera, compitiendo ante su público y luego de demostrar en Canadá que los Mercedes AMG no son invencibles. No obstante, en el Red Bull Ring todo resultó muy amargo para Dietrich Mateschitz y los suyos, al observar como Daniel Ricciardo apenas llegaba en octavo lugar, sin ser enemigo en ningún momento, y Sebastian Vettel se retiró a las pocas vueltas.
El predominio de la escudería Red Bull aparentemente llegó a su final. Christian Horner, director del equipo, se mostró muy contrariado tras la carrera pues no comprende la naturaleza de tantas averías. Los ingenieros y los mecánicos son los mismos que impulsaron a Red Bull hasta la cima de la Fórmula 1, pero ahora sucumben ante problemas casi absurdos, como explicarse el hecho de que los sistemas electrónicos del coche de Vettel colapsaron apenas inició la carrera.
Hay una nube negra sobre Sebastian Vettel. En pocas vueltas su coche llegó inexplicablemente a un alto completo, haciéndole perder un tiempo precioso. Estamos en baja forma a pesar de que el equipo se ha mantenido relativamente sin cambios desde nuestras primeras temporadas ganadoras. Estas son las mismas personas que han ganado las carreras y que lograron el título el año pasado.
Horner agregó que la prioridad en Red Bull es hallar las repuestas a los problemas de fiabilidad que le competen, pues están conscientes del déficit de potencia del motor Renault y en tal sentido es muy poco lo que se puede hacer.
Vía | supersport