Otro capítulo de amor y odio en la tragicomedia que Red Bull y Renault protagonizan esta temporada. El día de hoy, el director de la escudería austriaca admitió que deberá resignarse y seguir con Renault porque no existe otra alternativa posible. La tecnología francesa ha resultado una calamidad para todos sus clientes, pero en mayor grado para Red Bull, cuyas aspiraciones de esta temporada están condicionadas por un propulsor ineficiente y delicado.
Desde la pretemporada, Horner ha criticado con crudeza a Renault, pero la asociación luce obligatoria porque otras opciones son inexistentes. En Red Bull conocen el significado de utilizar un motor en configuración cliente por lo que retornar a esa etapa sería un salto hacia atrás, algo peor que continuar con Renault. Y es que tanto Ferrari como Mercedes tienen sus propias escuderías, Honda estará exclusivamente con McLaren y ningún otro motorista tiene planes inmediatos para ingresar a la Fórmula 1.
Ferrari y Mercedes tienen sus propios equipos así que convertirnos en sus clientes nos traería problemas. Yo estaría muy sorprendido si Mercedes se aproxima para darnos un motor... En cuanto a Ferrari, ellos tienen un programa cliente y nosotros queremos trabajar con un motor de fábrica, así que tampoco es viable. La relación con Renault ha funcionado antes pero ahora el problema es que fallaron en su objetivo de ser competitivos con las nuevas reglas. Hemos sido campeones con ellos durante los últimos cuatro años, así que todavía no queremos abandonarlos.
Vía | nextgen auto