Lamentable. Sólo así se puede calificar lo visto esta semana en España con motivo del test que Mercedes-Benz ha celebrado en el aeropuerto de Castellón. Y, personalmente, lo de menos me parece el hecho de que unos coches de competición rueden en una pista de aeropuerto, algo de lo más normal para los iniciados en el automovilismo. Lo que realmente da asco es el tratamiento que se ha dado a la noticia. Al final lo más importante es enmierdar a los del otro bando. Partiendo de la base de que el Aeropuerto de Castellón quizá no debió ser construido jamás, y que no dudo que Carlos Fabra es todo un cacique, bien podrían haberse informado mejor partidos políticos y periodistas antes de atacar el test, y arrasar ya de paso con la imagen de Roberto Merhi, Mercedes, y este deporte en general, anunciando a bombo y platillo que rodaban F1, luego F3, para terminar acertando por pura eliminación.
Para empezar, este tipo de test aerodinámicos y/o rodajes se suelen intentar hacer en la mayor de las confidencialidades, y los equipos exigen sigilo. Entra dentro de lo normal que HWA pretendiera mantenerlo en secreto y que hasta tres días después no se hayan dado datos sobre el coste del alquiler (3.000€ más IVA según Aerocas). Pero de ahí, a dar a entender que Roberto Merhi se cuela por las mañanas en el Aeropuerto de Castellón para entrenar con su coche, sólo porque le ha pedido permiso a Carlos Fabra, hay un gran trecho. ¿Acaso nos enteramos de todos y cada uno de los test que se celebran cada día en instalaciones públicas, de su coste y de quién entrena? Una cosa es pedir transparencia en las cuentas, y otra muy distinta lo sucedido esta semana.
No olvidemos que en Castellón había un DTM y un GT3, y que Merhi no deja de ser un mandado de Mercedes y HWA, su equipo oficial en el DTM. Por muy buena relación que tenga o deje de tener con los cargos públicos de su provincia, ¿de verdad alguien cree que un piloto decide cuándo y dónde hace test la marca que le paga, encargándose además de las gestiones para que este se lleve a cabo?
Luego, este tipo de pruebas en aeródromos no son tan extrañas. Obviamente, están peor vistas desde el accidente de María de Villota en Duxford, pero también se han celebrado en España, con McLaren visitando el aeródromo de Mahón, la propia HWA haciendo lo mismo que en Castellón el año pasado en Córdoba, o Epsilon Euskadi estrenando su ee1 LMP1 en marzo de 2008 en una pista de Vitoria, antes de acudir a los test de las Le Mans Series en Paul Ricard.
Las razones son sencillas: es infinitamente más barato alquilar una pista de aeropuerto (menos servicios, menos seguridad también, es cierto) que un circuito, que además puede ser excesivo si sólo pretendes tomar datos en línea recta. Una de las quejas más recurrentes estos días es que bien podían haberse ido a un circuito en vez de usar un aeropuerto...
Bien, es posible que las rectas de Cheste o Calafat (por nombrar los más cercanos) se queden cortas para según qué cosas. Pero de ninguna de las maneras el que el aeropuerto de Castellón se ofrezca para pruebas de este tipo quita clientela a Cheste. ¡No olvidemos que Mercedes también está allí esta semana junto a Audi y BMW! De hecho, pondría la mano en el fuego a que la actividad más rentable del Circuito Ricardo Tormo es el alquiler para test de sus instalaciones, y que si da pérdidas es más bien por la basurilla que quienes ganan con mayoría absoluta aprovechan para esconder tras sus cuentas... Pero bueno, ése es otro tema impropio de MotorpasiónF1.
Sólo pedimos que, si algún otro equipo se atreve a volver a hacer pruebas en Castellón, pues Las Provincias afirma que Porteiro Motorsport se interesó pero ha renunciado por el lío de estos días, y me llega que otros equipos extranjeros tenían ya planeado probar allí (y ojalá sea así mientras no se utilice para su objetivo inicial), nos pongamos a pensar las cosas un par de veces antes de dejarnos llevar por el politiqueo barato.
Vía | Las Provincias