Sergio Pérez vuelve a estar en una situación complicada dentro del equipo Red Bull de Fórmula 1. La continuidad del mexicano solo está asegurada por las dos próximas carreras, y parece que el contrato de la anunciada renovación para las dos próximas temporadas ni siquiera está firmado todavía porque han surgido dudas.
Mientras tanto, Carlos Sainz sigue libre. Haber puesto en barbecho las ofertas de Williams y Alpine puede haberle salido bien al madrileño, que ve como se abre de nuevo la puerta de Red Bull, que ya parecía cerrada. Sainz parece el fichaje perfecto, pero una gran rencilla del pasado lo hace casi imposible.
Carlos Sainz padre y Jos Verstappen tuvieron más de un encontronazo en 2015
Los días de Sergio Pérez en el equipo Red Bull parecen contados. No solo por sus malos resultados, que están complicando la participación del equipo en el mundial de constructores, sino porque ciertas informaciones apuntan a que han aparecido problemas contractuales con el contrato de renovación, que aún no estaría firmado.
Concretamente, parece que ha surgido una discrepancia entre Pérez y Red Bull, y tiene que ver con las cláusulas de rescisión. Según Red Bull, desde el momento en que Pérez firme ese nuevo contrato hasta 2026 ellos ya podrían aplicar las cláusulas incluso en 2024, pero el mexicano considera que eso no debería ser así.
Sea como fuera, todo este lío da a entender que Pérez aún no ha firmado su nuevo contrato con Red Bull, pese a que se anunció oficialmente la renovación. Lo firme o no, parece evidente que esa plaza sigue disponible, y Sainz va a apurar sus opciones de subirse al coche que ha ganado los últimos mundiales.
El problema de Sainz para subirse a ese coche viene del pasado. Concretamente de la temporada 2015, en la que Sainz y Max Verstappen fueron compañeros de equipo en Toro Rosso. Aunque la relación entre ellos fue bastante cordial, o lo sigue siendo a días de hoy, los entornos no encajaron.
O, más bien, los padres. Carlos Sainz senior y Jos Verstappen no tuvieron una relación demasiado fluida en el garaje. Al contrario, el clima fue bastante irrespirable por momentos, y aunque es fácil sospechar cuál de los dos padres era el principal responsable de ese ambiente, también es cierto que es su hijo el que asegura más resultados.
Así que, pese a los líos de Pérez, difícilmente se abra la puerta de Red Bull para Sainz. Aunque no descartemos que la de Mercedes de repente vuelva a aparecer.
