No sé hasta que punto será cierta esta información, pero haciendo caso a la web de laSexta, Brawn GP prácticamente está sin liquidez. Les concedo el beneficio de la duda ya que Joan Villadelprat, en su columna de El País, comenta cuestiones que la contrastan.
Según el ingeniero catalán, la escudería ha vivido hasta ahora gracias al dinero de Honda. La aportación de Virgin es escasa, y el resto de patrocinadores menos aún. Además, indica que la gran evolución en Barcelona estaba financiada por los japoneses. El problema ha venido cuando ha habido que echar mano de su propia caja, que podría decirse que es inexsistente.
No es nada nuevo que en Brawn GP manejan un presupuesto bastante ajustado, por así decirlo. Priorizan ciertos aspectos del monoplaza por encima de otros. Algo normal en los equipos, aunque el no disponer de un coche de repuesto es una medida inédita en estos últimos años. Una decisión que en el futuro podría causarles problemas. Por ahora han ido escapando, pero de aquí a final de la temporada nadie sabe lo que podría pasar.
La verdadera piedra de toque va a venir en las siguientes carreras. Red Bull seguirá evolucionando su RB5, y como en Brawn GP no espabilen, los primeros van a empezar comerle terreno a pasos agigantados. Acabamos de pasar el ecuador de la temporada y aún no hay nada decidido. Con ocho grandes premios por disputar y ochenta puntos en juego, hay mucha tela que cortar. El dominio incontestable que ejercieron a principios de año ha desaparecido.
A la vista de las penurias económicas que atraviesan, Brawn GP ha creído oportuno sacar a subasta monoplazas de 2001 a 2006, los que heredaron de BAR y Honda. De esta forma quieren lograr la liquidez necesaria para poder seguir evolucionando el monoplaza. Si no se van a quedar estancados y viendo como otras escuderías se ponen a su nivel en un abrir y cerrar de ojos.
laSexta también apunta a que Ross Brawn ha pedido un adelanto a Ecclestone del dinero de la televisión del próximo año. Que se lo conceda o no es otro cantar. Conociendo al mandamás del gran circo, no me extrañaría nada que se negara. Así se asegura un final de temporada apretado y emocionante. Eso se traduce en espectáculo y en repercusión mediática, que a final de cuentas significa dinero. Está claro que un mundial decidido prematuramente carece de interés.
En estos momentos los ingleses viven al día y sin apenas margen de maniobra, lo que podría cortar de raíz sus aspiraciones en el mundial. En la Fórmula 1 el que no corre vuela.