Y Nick Heidfeld, uno de los pilotos con mejor estabilidad este año, salvo los tres tenores que suman entre los tres 66 puntos en tres carreras (en fin, sobran las palabras). Con sus quince puntos en tres carreras, no sólo está demostrando que tiene la madurez que le da el tiempo que lleva en F1, sino que todo lo bueno que le hemos visto desde que empezó en la Fórmula Uno, este año lo está llevando a cabo con una montura que está a su altura.
A nadie pasa desapercibido este chaval desde hace ya unos años, todo el mundo se ha tenido que fijar en su consistencia, y a la vez en su falta de coche. A mi me parece de esos que empiezan en la sombra, con resultados correctos, pero que año a año consigue mejorar el anterior. Nada que ver con el bluff Ralf Schumacher, que con el apellido bajo el brazo se iba a comer la Fórmula Uno, y ahora está comiéndose la cola del pelotón (aviso que esta expresión en España no tiene esas otras connotaciones que pueda tener en otro sitio, ¿eh?).
El BMW de Heidfeld adelantó al McLaren de Alonso. Eso es muy importante, pero no para esos que ahora sacan el rastrillo y empiezan a decir que Alonso no se qué, Alonso no sé cuanto. Es lo que le hace falta a la F1, pilotos con la calidad suficiente como para adelantar a otros, sin temor de adelantar al campeón, ya que este año nadie lo es. Sólo tenemos al campeón del año pasado, ¿no?
Así que de momento, creo que son cinco los pilotos que están en posición de hacer un buen resultado a final de año. Por un lado Ferrari y McLaren con sus cuatro pilotos, o bien McLaren – Ferrari, y por otro Nick Heidfeld, con BMW Sauber. Si llega a quedar tercero al final de la temporada, tendremos que reconocer el inmenso mérito que ha tenido. Así, a ver si valoramos ya de una vez convenientemente el esfuerzo que resulta simplemente entrar el cockpit de un F1, cuanto más conseguir un miserable punto, tres, ocho, o diez.
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