Hace unos años, la FIA prohibió definitivamente el uso de coches-cliente. Por aquel entonces, Toro Rosso se beneficiaba del trabajo de su escudería hermana, Red Bull, y de esa forma, el equipo italiano contaba con un paquete competitivo a bajo precio y sin la inversión que requiere diseñar y construir un monoplaza 100% suyo. A pesar de las reticencias de los equipos, Bernie Ecclestone cree que los coches-cliente podrían beneficiar a la Fórmula 1 y por ello tiene una propuesta en mente para que éstos vuelvan a la parrilla.
El británico quiere que las nuevas escuderías puedan utilizar, durante los tres primeros años, monoplazas de al menos un año de antigüedad. De esta forma se allanaría el camino para los recién llegados y problemas como los que están teniendo HRT o Marussia esta temporada desaparecerían. Seguro que a Ecclestone le preocupa que estos retrasos ensucien la buena imagen de la Fórmula 1.
A partir de la cuarta temporada, las escuderías ya pasarían a ser constructores y por tanto tendrían que desarrollar su propio monoplaza como establece el reglamento. Aunque ya con un bagaje lo suficientemente importante como para saber en donde están metidos.
Hay que reconocer que la idea no es mala ya que evitaría tener coches excesivamente lentos en la parrilla y debería provocar más lucha y espectáculo, pero seguro que no tendría buena acogida entre las escuderías del pelotón.
Un Red Bull del pasado año (teniendo en cuenta los cambios reglamentarios procedentes) es posible que sea superior a un Force India, un Williams o un Sauber de este año por lo que todo el trabajo realizado por estos equipos, de nuevo diseño, fabricación y puesta a punto, se vería empequeñecido por equipos con menos experiencia y que cuentan la ventaja de invertir todo su presupuesto en evolucionar algo que ya se sabe que funciona.
El efecto secundario de la llegada de los coches-cliente estaría directamente en las escuderías “vendedoras” ya que éstas contarían con una fuente extra de ingresos. Dinero que sería bienvenido en los tiempos que corren con tantos problemas para cuadrar los presupuestos ante la ausencia de patrocinadores. Aunque no creo que Red Bull, McLaren o Ferrari necesiten el dinero, a nadie la amarga un dulce.
Vía | GP Update