Mientras la FIA es presionada desde el Reino Unido y los equipos reciben la presión de las organizaciones de derechos humanos para boicoteen la disputa del Gran Premio de Bahréin en 2012, Bernie Ecclestone, como suele ser habitual, mira hacia otro lado.
El “dueño” de la Fórmula 1 sigue en sus trece y reconoce que todo sigue adelante. Según el británico, las protestas realizadas, y de las que informan varias agencias de información, son simplemente jóvenes con problemas con la policía. Por ello, para Ecclestone no existe ninguna razón para que no se celebre el Gran Premio de Bahréin. Incluso afirma que los equipos no tienen ninguna preocupación.
Ecclestone pasa literalmente de revueltas políticas y regímenes totalitarios. Para la Fórmula 1 lo principal será la seguridad de sus miembros por lo que las decisiones se tomarán en base a ello y no por razones políticas. Incluso la FIA se muestra un poco ciega al reconocer que la disputa del gran premio podría ayudar al país a superar las dificultades que están experimentando. Otro ejemplo más de que a la hora de los problemas, lo más sencillo es mirar a otro lado.
Vía | TheF1.com