Dos han sido los pilotos que en el GP de Canadá han vuelto a puntuar tras hacerlo por primera vez en el pasado GP de Mónaco. Sebastian Vettel y Rubens Barrichello vivieron en el principado su primer gran momento del año. Hasta entonces el alemán contaba sus participaciones por abandonos. Aunque quizás el dato que más podía dolerle es que en cuatro de los cinco GP´s había el abandono se producía en los albores de la carrera. La llegada del STR3 parecía marcar un punto de inflexión en la temporada del alemán.
Por su parte el brasileño había tenido algo más de suerte. Al menos había conseguido acabar alguna carrera, aunque sin llegar a poder soñar con los puntos. El Honda sigue sin ser el coche de 2006, aunque tampoco es la "patata" de 2007, pero Barrichello ha conseguido sorpredernos.
Pero suerte o no, en Monaco toto cambió. El agua hizo que la carrera se volviera una lotería. Con distinta fortuna para unos y otros. Barrichello y Vettel fueran dos de los premiados. Un quinto puesto para Sebastian y un sexto para Rubens que podría arreglar parte de su temporada.
En Canadá la carrera volvió a tener su punto de locura y la diferencia de estrategias pudo ayudar a los pilotos más retrasados. Vettel luchó hasta la última vuelta con Kovalainen por defender un meritorio octavo puesto. Ver a un Toro Rosso luchar a brazo partido con un Mclaren no es algo a lo que estamos acostumbrados a ver. Un punto que sabe a mucho y que da un extra de moral tanto a piloto como a equipo.
Y el brasileño también logró puntuar. Un séptimo que también sabe a mucho. A estas alturas de la temporada ya ha logrado cinco puntos, cinco más de los que logró en 2007. A pesar de que muchos, entre los que me incluyo, quieren jubilarle, Rubinho está cumpliendo y superando al su compañero Button. Aún queda Rubens para rato.