Hoy es 1 de mayo, para muchos, uno de los días más tristes del calendario desde hace exactamente 15 años. No había hecho más que comenzar una apasionante temporada 1994, cuando en la tercera carrera, con todas las poles en el casillero del gran Ayrton Senna y las únicas dos victorias en el del joven y prometedor Michael Schumacher, la Fórmula 1 dio un giro definitivo.
No puede pasar un 1 de mayo sin que a un verdadero aficionado a este deporte le vengan a la cabeza esos flashes que nunca podremos olvidar. Ver como desde la cámara subjetiva de Schumi el Williams de Senna era incapaz de negociar el Tamburello y se iba irremediablemente contra el muro que pondría punto y final al Piloto y haría nacer para siempre la Leyenda. Ver como en riguroso directo estábamos perdiendo el motivo por el que estábamos enganchados cada domingo frente al televisor.
Hoy hace quince años que se fue Ayrton Senna. Hoy hace exactamente quince años que lo echamos de menos. Venga quien venga, y pase quien pase por las carreras, nunca podremos olvidar al verdadero Magic de la Fórmula 1.