Una vez más, una carrera que parecía prometedora para McLaren se fue a la basura por motivos ajenos al equipo. En esta ocasión fue en el Gran Premio de China, y el "culpable" del desastre de McLaren fue el ruso Daniil Kvyat. El de Toro Rosso perdió el control de su monoplaza en la curva seis de la primera vuelta, llevándose por delante a los dos coches de Woking.
El peor parado fue Lando Norris, que incluso estuvo a punto de volcar y sufrió severos daños en el suelo de su coche, que no pudieron ser reparados. Carlos Sainz también vio como Kvyat le rompía el alerón delantero, por lo que tuvo que hacer una parada en boxes en la primera vuelta y perdió todas sus opciones.
McLaren prefirió tener ritmo que salir delante
McLaren despreció una buena posición de salida a cambio de tener mejor ritmo de carrera, y terminó por pagarlo caro. El propio Carlos Sainz confirmaba, tras terminar decimocuarto en la clasificación, que "hemos hecho unos cambios para mejorar el ritmo de carrera, quizás esto nos ha hecho un poco más lentos hoy y más fuertes mañana".
Pero salir en la zona media siempre es un riesgo, y Kvyat se lo demostró empíricamente a McLaren. Es la tercera carrera en la que los de Woking dejan pasar una buena oportunidad de sumar puntos, y la mala suerte se está cebando especialmente con Carlos Sainz, quien muestra muy buen ritmo pero todavía no ha podido puntuar.
En Australia fue una rotura de motor, que para colmo le obligó a montar la segunda unidad del MGU-H, en Baréin fue un accidente con Verstappen, cuando estaba peleando por subirse al podio, y en China el accidente de Daniil Kvyat le dejó prácticamente sin opciones de puntuar y esperando a la desesperada un Safety Car que nunca llegó.
Fue especialmente doloroso porque el ritmo de Sainz, desde la cola del pelotón, fue muy bueno. El madrileño voló con el compuesto duro de Pirelli, en tiempos estables de 1:39, e incluso bajó a 1:38 y algún 1:37 en las últimas vueltas, cuando pudo montar la gama media de los neumáticos. Un ritmo más alto que el de toda la zona media de la carrera, donde solo Ricciardo se podría comparar con Sainz.
"Siguen pasando cosas fuera de nuestro control, pero ya llegará. He salido bien, pero en la curva 1 me he encontrado en medio de un embudo", contaba Sainz. Sobre el incidente, explicaba que "en la curva 6, creo que ha sido Kvyat, que ha abierto el volante cuando estábamos todos ahí apelotonados".
Daniil Kvyat fue sancionado con un drive through tras el incidente, para retirarse poco después. El ruso es reincidente. Ya en su día protagonizó una agria polémica con Sebastian Vettel, después de varios incidentes que afectaron al alemán. Finalmente esos errores le costaron su puesto en Red Bull, en favor de Max Verstappen. También en 2017 tuvo sus más y sus menos con Fernando Alonso.
Kvyat ha andado entrando y saliendo de Toro Rosso con frecuencia. Hasta en tres ocasiones ha vuelto al filial de Red Bull: la primera en 2014, cuando sustituyó a Ricciardo, la segunda en 2016, cuando fue descendido por Verstappen, y la última ahora, que regresa a la Fórmula 1 como única opción ante la crisis que atraviese la cantera de Red Bull.
También duele en McLaren ver que la carrera de China fue propicia para las remontadas. Sergio Pérez y Kimi Raikkonen, que salían justo delante de Carlos Sainz, terminaron octavo y noveno, y lo hicieron con un ritmo más lento que el madrileño. Alex Albon, el compañero de Kvyat en Toro Rosso, fue décimo saliendo desde el pit lane.
El peor inicio de temporada de Carlos Sainz
De este modo Carlos Sainz ha firmado su peor inicio de temporada desde que corre en Fórmula 1. De hecho el madrileño siempre había puntuado en dos de las tres primeras carreras del campeonato, mientras que este año no ha puntuado en ninguna y apenas ha podido terminar en Shanghái, y con el coche dañado.
En el mundial de pilotos Sainz es uno de los cinco pilotos que todavía no han puntuado, junto a los dos Williams, Romain Grosjean y Antonio Giovinazzi. Por su parte McLaren solo suma ocho puntos y ocupa la séptima posición en constructores. Los de Woking han comenzado mucho peor que en 2018, cuando a estar altura ya llevaban 28 puntos e iban cuartos en constructores, aunque luego la temporada tornó en un auténtico calvario.