La compañía Aston Martin está atravesando por un momento delicado. El año pasado acumuló pérdida de 68 millones de libras, y en lo que llevamos de 2019 va por los 27 millones. Pero según informan en Gran Bretaña, hay un hombre dispuesto a salvar la compañía: el multimillonario canadiense Lawrence Stroll.
Stroll ya posee Racing Point, el equipo de Fórmula 1 antes conocido como Force India. Parece ser que Lawrence Stroll tiene una idea fija: comprar Aston Martin y ponerle el nombre a su equipo de Fórmula 1. Aunque desconocemos hasta qué punto llegaría la implicación real de la marca en las carreras.
Lance Stroll, hijo del magnate, sería uno de los pilotos
Actualmente el control de Aston Martin lo tienen un grupo de inversores de Kuwait, que posee el 36% de la compañía. Otra gran parte de la tarta la disfruta InvesIndustrial, concretamente el 31% de Aston Martin. Daimler tiene el 5% y el resto está repartido en manos de inversores que accedieron a las acciones a través de bolsa.
Aston Martin ya está inmiscuido actualmente en la Fórmula 1, aunque de forma mucho más modesta. Son socios de Red Bull, y de hecho es habitual verles por los circuitos en diferentes actos promocionales. Pero de momento la única participación que Aston Martin tenía prevista es en el WEC a partir de la temporada 2020/2021 con su Valkyrie.
Por su parte, Racing Point, la actual escudería de Stroll, solo tiene ese nombre de forma provisional, en busca de que llegue un patrocinador o una gran marca que lo cambie. Ninguna mejor que Aston Martin. Stroll compró Force India hace un año y le dio uno de sus asientos a su hijo, Lance Stroll, de solo 21 años.
Se calcula que la fortuna de Stroll padre está en torno a los 1.800 millones de euros gracias a sus negocios en el mundo de la moda, donde fue un gran importador en Canadá. Stroll ha ido pagando paso a paso la carrera deportiva de su hijo Lance, llegando incluso a conseguir que entrase en la academia de Ferrari. Ahora directamente le ha comprado un equipo de Fórmula 1.
Seguramente estaríamos hablando de una maniobra similar a la que trajo de vuelta a Alfa Romeo a la competición hace un año. Simplemente un nombre para dar visibilidad a la marca, pero sin demasiada implicación en el plano técnico. De hecho, Racing Point utiliza motores Mercedes, por lo que sería curioso ver también en Fórmula 1 un Aston Martin motorizado por la marca de la estrella.
Aston Martin ya tuvo una fugaz aparición como equipo propio de Fórmula 1 allá por 1959, pero fue una aventura muy efímera. Solo disputaron cinco carreras y no sumaron ni un solo punto. Roy Salvadori salió segundo en el Gran Premio de Gran Bretaña, pero finalmente solo pudo acabar sexto en una época en la que puntuaban los cinco primeros.
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