Muchas conversaciones deportivas de este fin de semana se han centrado en el debut en competición de Kimi Räikkönen a los manos de un WRC. A pesar de su percance al principio de la prueba, el finlandés ha demostrado que sabe conducir en nieve y que con tiempo y unos reglajes a su gusto puede marcar buenos tiempos. No de cabeza, pero si para estar entre los ocho primeros.
Y la verdad es que viendo las imágenes se le ve muy suelto, sin miedo a pisar el acelerador a fondo en unas carreteras estrechas y rodeadas de nieve. Tanto le perdió el respeto que en una recta se salía de pista y chocaba contra un árbol. Al menos eso parece verse en la onboard de uno de los pilotos que le sucedían. La forma de conducir un Fórmula 1 es completamente distinta a la de un coche de rallyes. Al menos en lo que respecta a superficies como tierra o nieve. La tendencia subviradora de algunos pilotos de circuitos puede complicar mucho las cosas en lo que se refiere a la entrada en curva. Aquí una pasada de frenada acaba con tu carrera.
Sin embargo Kimi contará con la ventaja de saber trazar en asfalto, algo muy importante en rallyes apretadísimos y que ya han demostrado tanto Mikko Hirvonen como Latvala que no es nada fácil. Por lo demás solo le queda correr y seguir probando. Además yo creo que ha demostrado en más de una ocasión que tiene manos para pilotar.