De la vigesimotercera posición al podio. Ese fue el camino que recorrió el pasado fin de semana Sebastian Vettel con el único objetivo de aferrarse al que puede ser su tercer campeonato del Mundo de Fórmula 1 consecutivo. Una remontada en gran parte propiciada por los cambios realizados en el Red Bull después de la sesión de clasificación.
Un hecho que le permite colocarse entre uno de los pocos pilotos capaces de recuperar veinte posiciones para llegar al podio. O lo que es lo mismo, la novena mejor remontada en la Fórmula 1 desde el año 1972. Algo que se le complicó mucho después del toque con Bruno Senna. Sin embargo, la velocidad punta del Red Bull y la facilidad intrínseca que tiene el alemán para adelantar fueron claves para minimizar los posibles daños que provocó la penalización del sábado.