La 15ª edición del "Festival of Speed" de Goodwood inició sus actividades ayer viernes y se alargará hasta mañana domingo. Esta ya legendaria fiesta del motor, que se celebra anualmente en el circuito de Goodwood desde 1993, permite a todos aquellos que se acercan al mítico circuito el poder disfrutar de máquinas legendarias rodando por el trazado, muy a menudo también por pilotos de nivel. La prueba principal consta de una subida de 1.856 metros, aunque la cantidad de exhibiciones que se celebran a su alrededor son numerosas.
Monoplazas de Fórmula 1, coches de la Nascar, World Rally Cars, turismos, clásicos, Superbikes, cazas... Aquí en Goodwood tiene cabida toda máquina que corra, sin limitaciones. Además, siempre es un atractivo añadido la presencia de pilotos de renombre como Carlos Sainz conduciendo un Toyota Celica, Lewis Hamilton en su McLaren, Marc Gené con el F2006, Troy Bayliss con una Ducati 999 F07, Andy Priaulx con el BMW 320i, Allan McNish con el flamante Audi R10 de Le mans; y leyendas como Emerson Fittipaldi, Damon Hill, Stirling Moss, Ricardo Patrese, Jackie Stewart o John Surtees. Vaya, casi nada. Y claro, las máquinas también son protagonistas en Goodwood: el mencionado Audi R10 de Le Mans, clásicos de Fórmula 1 de los años 50, 60, 70, 80 y 90, un Sunbeam de 1920, autor de la primera vuelta rápida en el centenario circuito de Brooklands, "The Blue Flame", vehículo que batió el récord de velocidad en 1970 (1080 km/h), o el precioso Mercedes Benz que ganó las Mille Miglia de 1955 (conducido precisamente por el piloto que las ganó, Stirling Moss). Y todo esto rodando por la pista, no expuesto inmóvil sin más. Sin lugar a dudas, esta es una fiesta del motor con mayúsculas, y aunque nunca he asistido a este festival, os aseguro que lo tengo marcado en mi agenda en rojo. Algún año caerá...
Vía | As