El piloto madrileño volvió a U.S.A en el fin de semana de descanso entre los test y la disputa de las 24 horas de Le Mans para la disputa de la prueba correspondiente al campeonato Grand-Am. García se puso a los mandos de su habitual Coyote-Pontiac de Cheever Racing junto a los italianos Matteo Bobbi y Fabio Babini.
A pesar de salir algo retrasados en la parrilla, undécimo, el buen hacer de Antonio les permitió ascender varios puestos en la clasificación, que sumado a una buena estrategia les permitió ponerse como líderes durante la segunda hora de las seis horas de las que se componía la prueba. Todo fue un espejismo, la salida del Safety Car dio al traste con cualquier opción de realizar un buen resultado. Posteriormente un trompo y los problemas mecánico que sufrió Babini acabaron con el abandono del equipo.
Vía | Sportmotores